Descansar un ratito en la siesta tiene innumerables ventajas, como no tener que arrastrar el cuerpo indignamente para acabar el día. Echársela sin tele potencia el descanso por 3 (ni documentales de la 2, ni telebasura radioactiva, ponme musiquita por favor...), y si tienes un poco de suerte, puedes incluso llegar a despertarte tal que así:
lunes, 23 de marzo de 2009
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