Tengo un amigo, que aparte de un destrozado del carajo con el que te partes el culo y de una grandísima persona, es un fiera en el apartado sindical. Y además muy honrado, tanto como para ser mi amigo jejejejjejej.
El caso es que hace ya años, cuando la lucha era muy intensa, le ofrecieron cubrir un puesto de Director General en la JCCM, a lo que él rápidamente se negó, entre otras cosas por considerar que desde una DG no se podía condicionar la política de personal de la junta, pero sin embargo ellos si podían condicionar la política de un Director General y por ende la suya propia (a cambio de varias prevendas; la JCCM si paga a los traidores). Y como es una persona honrada que no iba a aceptar pasar por ciertos aritos, decidió no aceptar el cargo.
Tiempo más tarde le ofrecieron ocupar un alto cargo en la organización en la que militaba hace muchos años y en la que tan buen trabajo desempeñaba y desde la que tanto incomodaba al poder. Él rápidamente vio que la organización ya no era lo que era y que el ofrecimiento iba con mucho, mucho truco. Y como es una persona honrada que no iba a aceptar pasar por ciertos aritos, decidió no aceptar el cargo.
A los años un antigüo compañero, con el que había luchado en muchas batallas y que ahora se encontraba en la trinchera de enfrente (la de los triperos, la de los amables y dóciles sindicalistas de hoy), le vino a recordar las dos ofertas con un; te dio miedo triunfar... parecido a lo de la viñeta.
Yo diría más bien, que le dio miedo vender su integridad y que prefirió sacrificar su ascenso personal, por mantener su lealtad a la que gente que representaba y que confiaba en él (todos ellos de la clase obrera).
Toda una lección de honradez.
PDT: ese amigo mío, a día de hoy y junto con otros compañeros ya no pertenecen a esa organización sindical: CC.OO, una pena y una mierda a la vez.
Fustafio
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