La gran esperanza española
Nunca en la historia del fútbol inglés se ha visto un arranque de temporada en el que el destino del campeonato recayera de tal manera sobre espaldas españolas. Hablamos concretamente de dos grandes clubes, el Arsenal y el Liverpool, y de sus respectivas estrellas, Cesc Fábregas y Fernando Torres.
Que se rompa el duopolio impuesto por el United y el Chelsea dependerá mucho de Cesc y Torres
Que los gunners de Arsène Wenger y los reds de Rafa Benítez rompan el duopolio liguero que han impuesto el Manchester United y el Chelsea dependerá sobre todo de estos dos jóvenes veteranos. La gran diferencia es que Cesc ya es, a sus 20 años, un profesional consagrado en Inglaterra mientras que El Niño lo tiene todo por demostrar en su nuevo país futbolístico.
Tres reporteros deportivos británicos de tres diarios distintos coincidieron en conversaciones telefónicas esta semana en que el catalán del Arsenal es hoy el mejor centrocampista ofensivo que juega en Inglaterra. Su rapidez mental, su visión de mariscal, su frialdad bajo fuego y su mentalidad ganadora se han sumado, bajo la atenta tutela de Wenger, a su talento puro para convertirlo en una de las auténticas joyas de
Pero ¿podrá triunfar el Arsenal sin Henry? Hay muchos que opinan no sólo que sí, sino también que el club londinense se beneficiará de la salida del goleador francés. Henry, más admirado que querido por sus compañeros de equipo, era el macho dominante bajo cuya engreída sombra otros grandes talentos que posee el equipo no pudieron relucir. El delantero holandés, Van Persie, por ejemplo, tiene todas las condiciones para convertise en un crack mundial. Si la combinación Cesc-Van Persie funciona, ninguna defensa la podrá resistir.
Ya hay señales de que este Arsenal, el más joven de la era Wenger, no sólo dará espectáculo, sino que también será un equipo temible. "No nos da miedo nadie y creemos que esta temporada podemos hacer algo especial", declaró Cesc al finalizar una pequeña competición de la pretemporada en la que su equipo ganó sucesivamente al París Saint Germain, el Ajax y el Inter. Van Persie se ha mostrado igual de hambriento y optimista.
Difícilmente el Liverpool de Benítez dará mucho motivo a nadie para sonreír esta temporada, salvo a su fanática afición en el caso de que Torres esté a la altura de las enormes expectativas que le acompañan. El problema del Liverpool no sólo es que juega un fútbol poco vistoso, sino que le ha costado transformar su eficacia general en goles. Los grandes Liverpool de los años setenta y ochenta gozaban de dos grandísimos goleadores, el escocés Dalglish y el galés Rush. Esto es lo que le hace falta a la máquina que ha construido Benítez y éste es el papel que se supone que Torres va a cumplir. El temor de la afición es que el ex jugador del Atlético siga en la tradición más reciente del Liverpool de fichar a delanteros como Bellamy, Crouch, Kuyt o Morientes que reúnen muchas condiciones, pero no han tenido gol.
Si Benítez da con la fórmula o los maravillosos fans del Liverpool proveen la inspiración para que El Niño realice por fin su enorme potencial, toda
Con semejante mole detrás y un Torres goleador arriba, el Liverpool sería un fuerte candidato a ganar el campeonato inglés tras 18 largos años de sequía. El peso sobre el joven español, el fichaje más caro (36,5 millones de euros) de la historia del Liverpool, es demoledor. Se enfrenta al reto más difícil de su vida. Si supera la prueba, si se convierte en digno heredero de Dalglish y Rush, la recompensa afectiva que recibirá de sus nuevos seguidores será colosal.
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